La valentía
Te voy a hablar un poco sobre qué es eso de la valentía que, desde ahora adelanto, que no es otra cosa que afrontar lo que nos resulta arriesgado.
Estamos hablando de un tema que ha interesado, incluso obsesionado, a los seres humanos a lo largo de la historia; la superación del miedo, la valentía, el coraje…
En nuestra vida diaria, podemos encontrar ejemplos de valentía en personas que arriesgan sus vidas para ayudar a otros, como bomberos, médicos y policías. Sin embargo, también hay valentía en personas que enfrentan sus miedos y luchan contra sus limitaciones personales para lograr sus metas.
La valentía también puede ser demostrada en situaciones cotidianas, como hablar en público o defender una idea en una reunión. Incluso enfrentar una situación difícil, como una enfermedad o una crisis personal, puede requerir gran valentía.
Ser valiente es una virtud que se define como la capacidad de enfrentar el miedo y el peligro, con determinación y coraje. Por ello, para aumentar la valentía de una persona, es necesario ampliar sus fortalezas y minimizar sus miedos.
A continuación, te quiero mostrar algunas fortalezas que conviene adquirir para aprender a ser conscientes y actuar con valentía en las diversas situaciones que se nos presenten en nuestro día a día:
- La primera de ellas es tener una actitud proactiva: actividad frente a pasividad, es una de las grandes fortalezas. Es necesario darse cuenta de que la acción es lo que nos libera del miedo.
- La segunda fortaleza es aprender a controlar la respuesta generada por el impulso: esto nos va a permitir el aprendizaje de otros comportamientos más elaborados como decidir o elegir objetivos.
- La siguiente es el control de la atención: se refiere a la capacidad que tiene un individuo para poder elegir a qué presta atención y qué ignora.
- Otra fortaleza hace alusión a educar cómo nos hablamos: es bien importante en la gestión de nuestros sentimientos, tener presente la manera en la que nos explicamos lo que nos pasa, el lenguaje que utilizamos para convencernos de lo que estamos sintiendo es muy importante para saber cómo esa experiencia queda grabada en nuestro inconsciente.
- Cambiar el poder de aquello que nos da miedo es otra de las fortalezas a aprender o potenciar: para ello entra en juego nuestra interpretación y creencia de tal miedo, puesto que para unas personas puede generar tal sentimiento, mientras que para otras no. Esto se puede lograr con diversas técnicas que nos ayuden a desensibilizar el poder que ejerce tal estímulo.
- La fortaleza que nos ayude a aumentar la confianza en mí mismo/a: las personas que confían en ellas mismas, creen en sus habilidades, sienten que tienen control sobre sus vidas y creen que son capaces de hacer lo que planean y esperan.
- Y una última fortaleza sería aumentar la resistencia a la frustración: aquí es muy importante no considerar el fracaso como una demostración de incapacidad sino como un medio para aprender.
Por supuesto que existen más fortalezas que se pueden aprender o potenciar para adquirir el hábito de actuar con valor en aquellas situaciones en las que aparece el miedo en nuestras vidas para enseñarnos y darnos la oportunidad de aprender de esa nueva experiencia. Estas que te he nombrado son sólo algunas de ellas que considero, cuanto menos, interesantes para llevarlas en nuestro equipaje de mano cada día.
Ser valiente puede ser un desafío, un reto que podemos plantearnos para superar nuestros propios miedos. Para ello te voy a mostrar algunos pasos que puedes seguir para desarrollar la valentía y superar esos miedos:
- Reconoce tus miedos: Identifica las cosas que te asustan o te hacen sentir inseguro. De esta forma, si conoces verdaderamente cuáles son tus miedos, puedes empezar a trabajar en ellos.
- Practica la resiliencia: Entendiendo la resiliencia como la habilidad emocional, cognitiva y sociocultural para reconocer, enfrentar y transformar situaciones que amenazan el desarrollo personal. Se trata aquí de superar pequeños obstáculos en tu vida cotidiana y, al hacerlo, puedes aumentar tu confianza en tu capacidad para enfrentar los desafíos.
- Visualiza el éxito: Imagina el resultado positivo de lo que quieres lograr. Visualiza cómo te sentirías si lo consiguieras. Esto puede ayudarte a mantener la motivación y a superar tus miedos.
Por último, quiero hacer hincapié en la subjetividad que puede conllevar implícita la palabra y el significado de valentía ya que, seguramente, en más de una ocasión te podrás haber preguntado si has sido valiente, si has actuado con coraje, y aquí, me vas a permitir que te diga que cada persona tiene su propia forma de enfrentar sus miedos y desafíos. Sin embargo, hay algunas señales que pueden indicar que eres una persona que en ciertas circunstancias has actuado con valentía:
- Te enfrentas a tus miedos: Si enfrentas situaciones que te causan miedo o te hacen sentir inseguro, y lo haces con determinación y coraje, esto es una señal de valentía.
- Aceptas riesgos calculados: A veces, tomar decisiones difíciles puede ser arriesgado, pero si has evaluado los riesgos y estás dispuesto a aceptarlos para lograr tus objetivos, esto indica valentía.
- Defiendes tus valores a capa y espada: Si eres fiel a tus creencias y defiendes tus valores, incluso si eso significa enfrentarte a la oposición, esto es una muestra de valentía.
- Eres persistente: El que la sigue, la consigue. Si sigues adelante a pesar de los obstáculos y no te rindes fácilmente, esto demuestra gran valentía.
“Todos queremos huir ante la dificultad, pero todos admiramos al que no lo hace”
Carmen Martín Fernández